Todo buen día empieza con una taza de café

Bueno, hoy tengo en la cabeza otro tema mundano y trivial.

Recuerdo que cuando pequeña disfrutaba de dar vueltas sobre mi propio eje hasta caer de jetas contra el mundo (no existía ni siquiera el family game). Ahora, más vieja grandecita, disfruto de una buena taza de café.

Procrastinando Utilizando bien mi tiempo en internet me enteré de que Johann Sebastian Bach compuso una serie de cantatas profanas, en las que está incluida una que lleva el nombre de "Schweigt stille, plaudert nicht [Callad, guardad silencio]", más conocida por el populacho como La cantata del café. Bueno, lo curioso es la historia que se desenvuelve a lo largo de esta cantata: Se trata de un padre, que ante la preocupación de ver a su hija convertida a una adicta al café (costumbre poco ortodoxa para la época) decide amenazarla diciéndole que si no deja el café no le va a conseguir marido. La hija accede a abandonar el café, pero lo que no sabe el padre es que al momento de casarse la hija exigirá en el contrato matrimonial poder beber café todos los días del año.


Callad, guardad silencio (BWV 211)

Recitativo - Narrador
¡Silencio! No habléis más
sabed más bien que en este momento
se acerca el palurdo Schlendrian
con su hija Lieschen;
él parece gruñón y contrariado
¿la causa? Pronto lo sabréis
Aria - Schlendrian
¡Nuestros hijos son una peste
que nos causan mil problemas!
Lo que día tras día
he rogado a mi hija Lieschen
no ha dado ningún fruto
Recitativo - Schlendrian
Hija villana, pequeña garza
¿cuándo te haré entrar en razones?
¡Aleja de mí este café sin dilación!
Lieschen
¡Oh padre, no seas tan severo!
Si yo no puedo, tres veces al día,
saborear mi taza habitual
voy a quedar, para mi desgracia,
tan seca como un asado de cabrito
Aria - Lieschen
Ah, cuánto me encanta el dulce café
más delicioso que mil besos,
más suave que el vino moscatel
Café, café, es mi único deseo
y si quieren darme placer,
ah, que me sirvan un café




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, y será que ese apartadito también va en tu contrato???...

Por mi escribí todos los días. Es más, soy el primer comprador de la publicación...

Anónimo dijo...

Ah!!! me da miedo eso de los anónimos.

Así me niegue a aceptarlo YUBER ALEJANDRO :-)

Florentino del Castillo dijo...

Una buena elección, un buen tema... Si miramos bien la historia, nosotros, los colombianos, tenemos la triste fama de ofrecer sustancias adictivas de la mejor calidad... desde el Barroco a nuestros días...

Bien por Bach, bien por Alejo... (Sanz, aunque el paisa también!)! (Cuando ví tu foto por face, con su título, pensé en esa canción... pero no creí que tú también... jejeje...)

XOXO...